La innovación es la clave del éxito de las empresas y es el motor de muchas industrias. Esto es ciertamente cierto para el sector de la tecnología médica. Según la investigación anual de la Organización Europea de Patentes (OEP) sobre las presentaciones y solicitudes por campo tecnológico, en 2019 se presentaron 13.833 solicitudes de patentes de tecnología médica. En contra de las expectativas de muchos, el sector med tech supera así a la tecnología informática (12.774 aplicaciones) y sólo a partir de 2019 la comunicación digital (14.175 aplicaciones) supera a la tecnología médica debido al desarrollo en torno a las tecnologías 5G. En comparación con otros sectores más similares, por ejemplo el farmacéutico (7.697 aplicaciones), la tecnología médica también destaca, no sólo en cifras absolutas, sino también en el aumento de aplicaciones en la última década.
Los expedientes y solicitudes de la OEP son una excelente fuente para «medir» la innovación en el sector de la tecnología médica. Además, es interesante echar un vistazo a las grandes empresas tecnológicas y su enfoque en la innovación médica.
Empresas de tecnología de consumo que innovan en la tecnología médica
Las innovaciones en tecnología médica pueden ayudar a satisfacer las necesidades insatisfechas de pacientes y médicos aprovechando los últimos avances tecnológicos y haciendo uso de la creciente digitalización. Esto último también lo entienden bien las empresas de tecnología de consumo como Google, Apple y Amazon. Estas empresas están cada vez más preparadas para innovar en tecnología médica utilizando datos sanitarios digitales, por ejemplo, a través de la tecnología vestible propia y ajena. El consejero delegado de Apple, Tim Cook, cree que «si nos alejamos en el futuro, y miramos hacia atrás, y hacemos la pregunta «¿Cuál ha sido la mayor contribución de Apple a la humanidad? Será la salud.»
Que las innovaciones en tecnología médica son numerosas queda claro cuando se echa un vistazo a las recientes solicitudes de patentes en este campo. Recorrer estas aplicaciones es un poco como viajar en el tiempo; permite imaginar cómo podría ser la asistencia sanitaria dentro de unos años. Un buen ejemplo de este tipo de solicitud es la presentada en la OEP por el gigante tecnológico Samsung a principios de este año, titulada «Método y dispositivo electrónico para la detección de la salud basada en la inteligencia artificial (IA) en la red del Internet de las cosas». Por mucho que suene a bingo, la intención y el carácter innovador de la aplicación están claros.
Por qué debemos adoptar iniciativas innovadoras en materia de datos sanitarios
¿Por qué empresas como Samsung y Apple están tan ansiosas por acceder a este mercado? «Tu salud es tu riqueza» reza el tópico y, con cierto escepticismo, ahora se podría decir que estas empresas quieren utilizar «tu salud (datos) para su propia riqueza». Sin embargo, creo que debemos acoger y fomentar estas iniciativas innovadoras en materia de datos sanitarios, ya que pueden hacer frente a algunos de los retos que tiene por delante la sanidad en general. El envejecimiento de la población, pero también las crecientes expectativas de los pacientes, ejercen una presión cada vez mayor sobre nuestro sistema sanitario y la demanda de asistencia a domicilio. Por no hablar de las graves repercusiones de pandemias como la COVID-19 que todos estamos viviendo.
La enorme cantidad de datos, y las tecnologías como la IA y el IoT para hacerles frente, darán lugar a una transformación sin precedentes del sector sanitario y contribuirán a superar estos retos. Los datos y la inteligencia en tiempo real permiten rastrear a las personas infectadas con gran rapidez y prever los brotes, lo que permite tomar las medidas correctas. La IA también podría ser muy beneficiosa para el diagnóstico rápido. Por ejemplo, Alibaba afirma que su IA puede identificar infecciones por coronavirus con un 96% de precisión a través de tomografías computarizadas.
Además, la combinación de los datos digitales de las historias clínicas electrónicas con los datos de los wearables y los biosensores puede contribuir a los avances científicos en el desarrollo de nuevos medicamentos y dispositivos médicos o nuevos conocimientos. También podría facilitar el paso de una asistencia sanitaria reactiva a una preventiva. Esto no sólo reduce la presión sobre nuestro sistema sanitario, sino que también ofrece oportunidades para un diagnóstico más temprano en caso de enfermedades, trastornos o dolencias, lo que puede dar lugar a una intervención más rápida. Además, también puede contribuir a «medir» la eficacia de los medicamentos. A su vez, esta atención sanitaria personalizada y más centrada en el paciente permite realizar pagos basados en el valor, en función de los logros médicos del tratamiento, en lugar de pagos basados en el servicio que se realiza.
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