El 6 de junio, la JCI nombró a Bart van Acker Joven Empresario Flamenco del Año. El fundador y director general de Quality by Design, la referencia en consultoría para la industria de las ciencias de la vida, ya ganó el título en la elección de Amberes, en abril. En la final de Flandes, en Zwevegem, consiguió además vencer a los ganadores de las otras cuatro provincias.
La Cámara Junior Internacional, una organización para altos potenciales, líderes y emprendedores de entre 18 y 40 años, concede este premio anualmente a alguien que dirige un negocio de forma excepcionalmente sostenible. Este año, Filip Timmermans (Skilpod), An Warrens (KDS), Moustapha Kharbouch (Ensur) y Gunter Ghysels (Get Driven) también estaban en la carrera.
Al igual que dos meses antes, el jurado se mostró muy impresionado por la forma en que Van Acker fundó su empresa Quality by Design y por cómo consiguió convertirla en la referencia en materia de consultoría en sólo ocho años.
El enorme crecimiento de la QbD en los últimos años, sostenible y estratégico, es realmente impresionante. Y la empresa no sólo está haciendo grandes progresos en Bélgica, sino también a nivel internacional. Además, el QbD contribuye en gran medida a una industria socialmente muy relevante. Por eso Bart se merece absolutamente este premio.
8 años de crecimiento
En 2011, Bart van Acker, bioingeniero especializado en biotecnología celular y genómica, fundó su empresa de consultoría Quality by Design. Rápidamente, el QbD se convirtió en la referencia belga en materia de consultoría para la industria de las ciencias de la vida (farmacia, biotecnología, productos sanitarios, cosmética, salud). En la actualidad, la empresa cuenta con más de 180 empleados y también está presente en los Países Bajos, Francia, España, México y Colombia.
Bart van Acker: “Convertirme en el Joven Empresario del Año de Amberes ya era algo importante. Y estoy aún más orgulloso de este premio flamenco. Hay muy pocos lugares en el mundo que tengan una concentración tan alta de empresarios con talento y empresas prometedoras. Lo que se pone de manifiesto en los demás participantes, que son todos fantásticos emprendedores. He conseguido convertir mi pasión por la biotecnología y el espíritu empresarial en una empresa internacional, llena de gente fantástica que trabaja duro y se divierte junta. Ser reconocido por un nombre como la JCI es increíblemente satisfactorio”.
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