Puede que las impurezas elementales no sean lo primero en lo que pienses cuando se trata de la seguridad de los medicamentos, pero es crucial comprenderlas. Estas impurezas pueden afectar significativamente a la salud humana, y gestionarlas eficazmente es esencial para obtener productos farmacéuticos más seguros.
En esta entrada del blog, explicaremos el impacto de estas impurezas, presentaremos la guía ICH Q3D sobre impurezas elementales y debatiremos cómo gestiona la industria los riesgos para garantizar la seguridad de los medicamentos.
Acompáñanos a explorar la importancia de estas directrices y cómo contribuyen a protegernos, garantizando que los medicamentos de los que dependemos sean seguros y eficaces.
Metales: Necesarios, pero con riesgos
Los metales son una parte fundamental de nuestra vida cotidiana, presentes en todo, desde la electrónica hasta la medicina. Sin embargo, su presencia como impurezas en los productos farmacéuticos puede ser perjudicial.
La ingestión de impurezas elementales puede desencadenar una intoxicación por metales tóxicos, que afecta a órganos vitales como el cerebro, los huesos, los riñones, el hígado y los pulmones.
La gravedad de estos efectos depende de factores como:
- el estado químico,
- la vía de absorción
- y la concentración del elemento.
Por lo tanto, su presencia en los medicamentos requiere una cuidadosa consideración.
Fuentes y riesgos de las impurezas elementales en los productos farmacéuticos
Varios factores durante la producción farmacéutica pueden introducir impurezas, como metales tóxicos (pero sin limitarse a ellos):
- Principios Activos Farmacéuticos (APIs)
- Excipientes (ingredientes inactivos)
- Equipos de fabricación
- Materiales de embalaje
- Catalizadores residuales utilizados durante la síntesis de los componentes
A pesar de su prevalencia, estas impurezas no ofrecen ningún beneficio terapéutico y plantean una toxicidad potencial, lo que exige un control estricto de sus niveles en los productos farmacéuticos.
ICH Q3D: Directrices para la protección de los pacientes
Para proteger la salud pública, la Agencia Europea de Medicamentos ha puesto en marcha la guía ICH Q3D, que se estructura en torno a la norma ICH Q9 para la gestión del riesgo de calidad.
Esta guía es crucial para evaluar y controlar las impurezas elementales en los medicamentos, garantizando que se mantienen dentro de los límites aceptables prescritos por las autoridades reguladoras.
Clasificación de las impurezas en función de su toxicidad y administración
El nivel aceptable de impurezas elementales, conocido como Exposición Diaria Permitida (PDE), varía en función de la vía de administración (oral, parenteral, inhalación). La guía ICH Q3D también proporciona métodos para establecer PDE para rutas no enumeradas.
La ICH Q3D clasifica las impurezas elementales en tres grupos en función de su toxicidad y vía de administración:
- Clase 1 (Alta toxicidad): Incluye As, Cd, Hg y Pb. Debido a su toxicidad establecida y a su uso limitado en la fabricación de fármacos, requieren una evaluación de todas las fuentes potenciales para todas las vías de administración.
- Clase 2 (Toxicidad variable según la vía):
- Clase 2a (Co, Ni, V): Requiere evaluación de todas las fuentes potenciales para todas las vías de administración.
- Clase 2b (Ag, Au, Ir, Os, Pd, Pt, Rh, Ru, Se, Tl): Requiere evaluación sólo si se añade intencionadamente.
- Clase 3 (Baja toxicidad): Incluye Ba, Cr, Cu, Li, Mo, Sb y Sn. Requiere evaluación por vía inhalada y parenteral.
Independientemente de la vía de administración, cualquier impureza elemental introducida intencionadamente en el medicamento debe evaluarse a fondo.
El proceso de evaluación de riesgos: Proteger la salud del paciente
La ICH Q3D describe un proceso de evaluación del riesgo en tres pasos para las impurezas elementales:
1. Identificación
Localiza las posibles fuentes de impurezas, incluidos los agentes inorgánicos, catalizadores, API, excipientes, sistemas de cierre de envases (CCS) y procesos de fabricación (equipos, agua, servicios públicos). Utiliza conocimientos previos, datos publicados, información de proveedores y datos de procesos similares para esta identificación.
2. Evaluación
La ICH Q3D ofrece tres opciones para evaluar el riesgo de impurezas elementales:
- Opción 1: Aplicable cuando la dosis diaria es inferior a 10 gramos. La evaluación considera un umbral de control del 30% de la PDE establecida. Si la concentración estimada de todos los elementos queda por debajo de este umbral, no es necesario tomar ninguna otra medida.
- Opción 2a: Se emplea cuando la dosis diaria supera los 10 gramos. Esta opción establece una concentración máxima fija (microgramos por gramo) para cada componente, basada en la ingesta diaria real.
- Opción 2b: Esta opción considera la concentración de impurezas elementales en cada componente individual del producto.
- Opción 3: Medición directa de la concentración de impurezas elementales en el producto final.
3. Documentación y controles
Resume y documenta la evaluación de riesgos. Evalúa la adecuación de los controles existentes e identifica las medidas adicionales necesarias para limitar las impurezas elementales, si es necesario.
Si los niveles de impurezas elementales superan los valores PDE establecidos, pueden ser necesarias justificaciones basadas en la duración de la administración y en indicaciones médicas específicas.
Conclusión: Garantizar la seguridad y el cumplimiento
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Realizamos estudios minuciosos para detectar y cuantificar las impurezas, garantizando que tus productos cumplen los límites establecidos.
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