45.000 euros. Es la multa que tienen que pagar las empresas farmacéuticas cuando no pueden suministrar inesperadamente ciertos medicamentos. La ministra holandesa de Salud Pública, Edith Schippers, está investigando los argumentos para aumentar esta tasa. Una de las razones es el revuelo causado por la escasez de medicamentos para la glándula tiroidea a principios de este año, debido a una deslocalización de la producción. La diputada holandesa Hanke Bruins Slot señala que la multa actual no preocupa mucho a las industrias multimillonarias del sector farmacéutico.
¿Es prudente castigar a las empresas farmacéuticas de esta manera? En mi opinión no lo es. Piensa en ello. Cuando una empresa farmacéutica deja de producir repentinamente un determinado medicamento, pierde mucho dinero. El daño económico es entonces lo suficientemente grande sin necesidad de una multa. Las multas no evitan que las empresas cometan el mismo error en el futuro, porque no hay ninguna empresa en el mundo que interrumpa su producción a propósito. Tenemos que encontrar otra solución. Y para ello hay que investigar la causa de un posible error de producción.
En el caso del medicamento para la glándula tiroides, se trataba de un mal funcionamiento técnico debido a la reubicación. La deslocalización no es infrecuente en la industria farmacéutica. Las empresas quieren aumentar su capacidad, garantizar la continuidad del negocio repartiendo la producción y crear plantas más especializadas. Además, la producción de medicamentos nunca ha sido una tarea clave de las empresas farmacéuticas. Estas empresas se dedican principalmente a la invención de nuevos productos y a su entrega a los clientes. Por eso, cada vez subcontratan más la producción a fabricantes por encargo.
Todos estos avances conllevan un riesgo importante: la necesidad de transferir datos, equipos y responsabilidades de una parte a otra. Esta llamada «transferencia de tecnología» sienta las bases para el proceso de producción posterior, la estrategia de control y la validación de un producto. Sin embargo, cada empresa hace uso de otras políticas, enfoques y procesos. Es necesario que desarrollen un marco estandarizado que sirva de lingua franca y garantice un entendimiento profundo entre la unidad emisora y la receptora. Al crear un marco de transferencia de tecnología en una fase temprana, las empresas garantizan el éxito de la validación de los productos más adelante y evitan problemas como las cuestiones técnicas debidas a la deslocalización.
Algunos consejos para establecer un marco exitoso:
Un comienzo prometedor
No subestimes el valor de una preparación exhaustiva. Comience siempre su transferencia de tecnología con acuerdos claros sobre los aspectos legales -como los derechos de licencia y el uso de las tecnologías- y los aspectos prácticos -como la forma de informar entre la unidad emisora y la receptora-.
Todo es cuestión de datos
En la segunda fase, ambas partes intercambian información sobre especificaciones, pruebas, materiales o procesos de producción. Tenga en cuenta dos cosas. Asegúrese de transferir la información correcta, por ejemplo, utilizando una lista de control general. Y, en segundo lugar, hay que pensar en el mejor formato, para que todas las partes puedan recuperar la información relevante en fases posteriores.
Esté preparado para todo
No esconda la cabeza en la arena: aborde los problemas futuros ahora. Algunos temas piden prioridad sobre otros. Como la adquisición de nuevos equipos. Asegúrese de identificar las necesidades lo antes posible: la compra de nuevos equipos suele tardar alrededor de un año.
Aprovecha a los tuyos
Es posible que tenga más experiencia en las existencias de lo que cree. Como los empleados que participaron previamente en una transferencia de tecnología anterior. Aproveche sus conocimientos y lecciones aprendidas, e involúcrelos en el proceso desde el primer momento. Tampoco dudes en pedir una nueva mirada, sobre todo a un especialista externo. Podrá indicarle por dónde empezar y cómo anticiparse a los problemas que puedan surgir.
Los conocimientos y la ayuda adecuados permiten a las empresas realizar con éxito las transferencias de tecnología. La única solución para evitar que las empresas cometan errores en su proceso de producción, es ayudar y apoyar a las empresas en lugar de castigarlas con multas. De este modo, sentamos las bases para una sólida transferencia de tecnología entre empresas de toda la industria farmacéutica. De este modo, pueden centrarse en su deber: proporcionar a los pacientes medicamentos importantes de forma sistemática.